El primer paseo del nido

by - 5/15/2015

A fines de abril nos avisaron tuvimos el primer paseo del nido. Los niños iban a visitar El parque de las leyendas, y los padres podían acompañarlos. Me gustó la idea porque creí que iríamos con el papi de Bri, sin embargo, ya que el trabajo no se lo permitió, tuve que ir sola. Fue allí que empezó la aventura...

Al darme cuenta que los días habían pasado volando, decidí ir a comprar un día antes del paseo los alimentos y algunas cositas que me servirían.

Decidí no llevar coche bastón, ya que me faltaban manos y sobraban mochilas. El día anterior nos acostamos temprano para despertarnos con ánimos y energias recargadas. Al estar en el bus, con mis paquetotes y Brianna que quería tomar pecho echada en un diminuto asiento, supe que sería un día muy largo.

Llegamos al parque de las leyendas, como siempre la entrada inmensa, llena de puestos de comerciantes a un costado, y algunos que se acercan a vender binoculares, sombreros y muñequitos.
Nos explicaron que el recorrido que tomaríamos sería uno "corto" para que los niños no se cansen a la mitad del trayecto.

Empezamos el recorrido por la selva, donde Bri conoció todo tipo de monitos, aves y reptiles. Hasta vio a una inmensa tortuga, y se emocionó. Continuamos por el área de los felinos, como siempre el león estaba durmiendo. Vimos zabras, jirafas y chanchitos a los que Brianna les gritaba Peppa jajaja. 
El acuario fue uno de los atractivos que más recuerdo. No necesariamente por la ambientanción del lugar, más bien porque los lobos marinos se robaron el show por completo. Jugaban entre ellos, saltaban, se alzaban con la ayuda de su cuerpo y aletas para besar la mano de algunos de los espectadores. ¡Muy entretenido!


También subimos a los botes. Debo confesar que esta idea me daba un poco de temor porque son niños pequeñitos y pensaba que podrían querer sacar la mano del bote, o lanzarse al agua, que se yo. Me quedé sorprendida al subir al bote y ver que todos estaban tranquilitos disfrutando del paseo, hasta aproveché en filmar un video muy corto donde mandamos saludos a papá. El bote era a motor así que no hicimos ningún esfuerzo y fue un paseo de puro relajo.



Cuando nos dimos cuenta, ya era hora de alrmozar y sólo habíamos hecho una sola parada para que los niños coman su marienda al medio día, y ya eran la 1y30pm. Nos sentamos en el grass a comer. Cada uno había llevado su comida, así que fue rápido. Pero, más rápido fueron los chicos que comieron a la velocidad de la luz con tal de irse a jugar. Mi gorda no fue la excepción. Terminó su comida y no esperó ni que mamá cerrara la lonchera. Ella se fue a jugar con los demás niños.
Después de haber hecho trizas el buzo, y terminar con la cara llena de tierra, las colitas deformes y las zapatillas marrones (eran blancas), era hora de regresar. Así que retornamos al bus después de un día de excursión. Cargué a Bri hasta la salida porque estaba cansada. ¿y quién me cargaba a mi? Jaja caballero nomás, a sacar mi lado de guerrera.

La verdad es que no pude tomar muchas fotos, ni mirar a todos los animales, no terminé mi almuerzo, salí con los pies hinchados y sudé como un cerdo...pero valió la pena. Valió por completo cada gota de sudor por ver a mi hija jugar, compartir, reír y ver su cara de emoción por los animalitos que antes nunca había visto.

Estoy segura que este paseo jamás lo olvidaré. Ha sido el primero de muchos...para la próxima, prometo tomar mas fotografías para el recuerdo y mostrárselas :).







Gracias por leerme y espero que les haya gustado esta anécdota. El siguiente post será con tips que seguro les serán útiles cuando vayan de paseo en el nido.

Daniela.

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