¿Alumna libre en el nido? Una decisión difícil...

by - 3/03/2015


Estando a menos de una semana para que empiecen las clases en el nido, quiero contarles por qué tome esta decisión y lo difícil que resultó.


Lo normal, creo yo, es enviar a los niños al nido a partir de los 3 años. A partir de esta edad los 3 siguientes años en el nido son válidos. 

Para las que no saben, mi hija Brianna, tiene 1 año y medio, entonces ¿cómo así llegué a matricularla en el nido a esta corta edad? Pues no es nada sencillo.

A pesar de sólo ser una alumna libre, mis temores se incrementaban más y más...el que no se divierta, que no se adapte, que le pase algo o le agarre temor a ir a clases eran los principales.


En las vacaciones, Bri asistió a un taller de verano que se basaba en juegos, adaptación y socializar al máximo con otros niños. ¡Le cayó a pelo! Yo sabía que ella es una niña extrovertida, sociable, feliz y muy activa; pero como bien me dijeron las profesoras, una cosa es cómo se portan en casa frente a los padres, frente a personas que conocen y ven seguido, a la actitud que toman en un lugar que puede ser agradable, pero no deja de ser extraño.

Para mi sorpresa, esas 3 horitas que se quedaba sin mami en el nido, las pasaba de la refunrinfunflay. Es más, aprendió a despedirse de mi en la puerta de entrada, mientras me decía chau con la mano (las primeras clases tuve que ingresar hasta el área de juegos, quedarme un rato con ella y de ahí salir a escondidas. Algo que no me alegra en lo absoluto). Aprendió también a comer por sí sola su lonchera (la profesora y auxiliares se sientan al costado de ellos para ayudarlos), ella sola coge su tenedor o cuchara y come sus frutas y aperitivos que le mando para el refrigerio. En la salida me recibía con besos y abrazos, y me mostraba todas las manualidades que había hecho en la mañana. Era increíble, y me ponía tan feliz porque ella se la pasaba bien.

Sé que muchas pensarán, pero por qué la necesidad de enviarla a otro lugar si puedes enseñarle en casa, al fin y al cabo a esa edad todo lo que tienen que hacer es jugar. Por supuesto que comparto esa idea, porque era lo que yo quería hacer cuando sea madre. Dedicarme a mi hija enteramente y pasar todo el tiempo posible a su lado. Sin embargo la realidad es otra. A mi corta edad y con una pequeña de por medio, tengo que pensar siempre en un mejor futuro.

Me vi en la obligación de hacer mi lista de pros y contras, empezando por los beneficios de la educación inicial o nido, al cual prefiero llamarlo "lugar donde se aprende jugando".

  • Sabía que mi pequeña estará feliz, segura y compartiría con niños de su edad (está en el salón de los más pequeñitos). 
  • Podría aprovechar ese tiempo en mi cuidado personal, haciendo ejercicios tal vez y otras cositas.
  • Lo de arribita es temporal, ya que me prepararé para entrar a la universidad :)
  • Tendría tiempo para avanzar el almuerzo y los quehaceres del hogar sin que mi gorda intente entrar en la cocina, o se aburra.
  • El nido queda cerquísima a casa, tanto que escucho a los niños cuando se ríen a carcajadas (me pregunto si todos los vecinos lo hacen, o es nuestro super poder de madre? jaja)

Lo que no me convencía...
  • La edad que tiene para estar en el nido. No saben lo triste que me pone esto, ya que yo tuve que ir al nido desde muy pequeña porque mi madre trabajaba para mantener nuestra familia de a 2. Me juré que no se repetiría con mi hija, pero a veces las promesas se rompen, aunque uno no quiera..
  • La temible lista de útiles. He leído artículos de información, donde dicen que la inversión en lista de útiles y gastos en general para el nido ha sobrepasado notoriamente en comparación a años anteriores; mi madre, novio y yo podemos dar fe de ello jaja. 
  • Si se golpea o tiene algún accidente, no me lo perdonaría nunca! No quiero ni imaginármelo, sólo confiaré en la inspección que realizó defensa civil, el recorrido que tuve por el establecimiento (en el taller de verano aproveché en observar y preguntar por todos los sistemas de seguridad instalados), y que Diosito cuidará de mi hijita siempre ♥.

Y bueno, decidí matricularla. Actualmente estoy en constantes  conversaciones con Bri, para que poco a poco entienda que volverá al lugar de juegos y que esta vez será todos los días, pero que yo siempre la recogeré y por supuesto, seré una de las primeras en hacerlo. 



Así que mamis y papis, si están por empezar el primer día de clases o tal vez ya empezaron, les envío mis mejores deseos para ustedes y sus pequeños, que sea un año lleno de alegrías y juegos. Recuerden que nosotros crecemos junto a ellos, y viceversa, así que el enviarlos al nido, no quiere decir que dejemos de inculcarles enseñanzas y valores en casa.

Un fuerte abrazo,
Daniela.


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2 comentarios

  1. Hola Dani , si no fuera mucha molestia me gustaria saber el nido al que llevas a Bri

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  2. también me sentí inspirada a escribir sobre estas decisiones ;) Todas tenemos nuestro momento decisivo.

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