Primero yo estaba parada al costado de la puerta viendo el coche que estaba encima del motor del carro, al costado del chofer, la cobradora me dijo que uno de los asientos reservados iba a desocuparse en unas cuadras, yo obediente espero parada por el asiento ya que Brianna estaba empezando a fastidiarse por el asiento estrecho (todos eran así, menos los reservados que son los mas amplios) y porque quería tomar teta. Se desocupó el asiento que estaba al costado de mi mamá, ahí tenía para sentarme pero lo cedí a una señora (también porque mis piernas no entraban, no soy altísima pero sinceramente esos asientos estaban hechos para los 7 enanitos). Una cuadra antes de desocuparse el asiento donde pensaba sentarme, sube una señora que no pasa de los 50 y pico (muy bien parada y con aire de autosuficiencia), se para al costado mío y "acorrala" el asiento, yo intenté meterme porque tenía bolsas en la mano y  el coche para poder colcarlo a un costadito mío (ya que al costado del chofer ocupaba espacio y cada vez que agarraba la palanca de cambios se ensuciaba con la llanta >.<). 

La persona se levanta y yo trato de sentarme, pero la señora se metió y yo amablemente le digo: "Disculpe, pero estoy esperando desde que subí este asiento para acomodarme con el coche y mi hija que quiere tomar pecho", ella me pregunta "¿y donde está tu hija?", le respondí que estaba con mi madre porque yo pensaba darle las bolsas a ella para poder estar con Bri (sinceramente, fui muy amable, tanto que ahora me arrepiento), y ella ¿qué hizo? Pues decirme: "ah, pero tu hija está sentada, qué tiene?!". Lo dijo de una forma como si toda la explicación que le di le entró por una oreja y le salió por la otra o simplemente le llegó altamente, los demás pasajero se quedaron observando y la Sra. solo le inició la conversación a la persona del costado y me ignoró. Me sentí con tanta cólera, también un poco mal porque soy una persona educada, pero no tonta y tenía tanta ganas de responderle; sin embargo me ganó el no querer agrandar más eso y sólo pensé en lo incómodo que estaba resultando todo.

Mientras tanto, la señora que estaba al costado de mi mamá le decía: que le agarre la cabeza a mi hija, que le agarre la columna, que cómo la podía poner semisentada, qué por qué tan rápido intentaba pararse... AY!!!!! Si, era de las típicas señoras que creen que un bebé es de cristal. Pienso que está bien cuidarlos y yo hago eso CUIDO A MI HIJA y mi madre también, pero al extremo de pensar que por dejarla moverse le puede pasar algo, Por favor! Mi hija no tiene ni uno, ni dos, 8..casi 8 meses y mi mamá se lo dijo, porque la señora pensaba que tenía más :s PLOP!!! 

En fin, yo seguía parada rogando que lleguemos lo más pronto posible porque se notaba la incomodidad de mi mamá, de Brianna y la mía. El carro estaba repleto y justo se para la señora que estaba sentada al costado de mi mamá y ufff, me dijo que me siente yo (bueno a pesar de todo fue amable), pude sentarme gracias a Dios justo cuando Bri estaba por ponerse a llorar. Tuve que levantarme la chompa, desabrocharme la blusa lo más rápido posible y darle teta, mientras mi mamá buscaba en el piso del estrecho asiento uno de los zapatos de Bri que se le había caído (jajaja ahora me río al contarles todo esto porque jamás se habían juntado tantas cosas en un solo..¿micro? Jajaja). 

Bueno, Bri se durmió rápido y yo trataba de que las personas en el pasadizo no golpearan sus piecitos que sobresalían del asiento, y yo.. bueno con dolor de rodillas (porque no se ni como logré entrar, pobre mis rodillas). Todo iba bien, al menos Brianna dormía hasta que...en Tomas Marsano sube un señor con su cajón, ¿es en serio? Comenzó a tocar a 1 metro de distancia de nosotras, cuando felizmente el chofer le dice que toque un poco mas bajo (a nadaaa), aún así Bri dormía como si no escuchara nada, ufffff!. Se bajó después de su alborotado número de música y con mi madre nos miramos para empezar a reír de todo lo que nos había pasado, me preguntó por la Sra. del asiento reservado (que ya se había bajado) y le confesé que todo el camino tuve en mi mente una palabra: Karma.

Ya estabamos por bajar así que apoyé la cabeza de Brianna en mi hombro (dormida), cargando las bolsas y mi mamá se encargó del coche. 

Al pisar el grass que está al costado del paradero fue una sensación de que por fin se teminó todo eso! Sólo faltaba llegar a casa y que todo eso sea un recuerdo. 

¿A cuántas les ha pasado algo parecido? 

Muchos cariños mamis y papis, espero que no tengan que pasar por cosas así con sus bebés.

Cariños, Daniela ♥